Descubriendo las contribuciones revolucionarias de estos científicos pioneros olvidados en la astronomía y la física
La historia de la ciencia está llena de grandes mentes cuyos descubrimientos y contribuciones han cambiado nuestro entendimiento del mundo. Sin embargo, hay muchos científicos cuyos logros no han sido tan reconocidos como merecen, especialmente cuando se trata de mujeres en campos dominados por hombres. En este artículo, exploraremos las vidas y contribuciones de tres pioneras olvidadas: Henrietta Leavitt, Cecilia Payne y Chien-Shiung Wu.
Henrietta Leavitt (1868-1921)
Contribución revolucionaria: Ley de Leavitt, que permitió medir distancias en el universo
Henrietta Leavitt nació en Lancaster, Massachusetts, en 1868. Estudió en el Radcliffe College, donde comenzó a interesarse por la astronomía. Después de graduarse, comenzó a trabajar en el Observatorio del Harvard College como «calculadora», una posición de bajo salario ocupada principalmente por mujeres.
En 1912, Leavitt descubrió una relación entre el brillo de las estrellas variables Cefeidas y el período de sus variaciones. Esta relación, ahora conocida como la Ley de Leavitt, permitió a los astrónomos calcular la distancia a las estrellas Cefeidas y, en última instancia, a otras galaxias. Este descubrimiento fue fundamental para establecer el tamaño y la escala del universo. A pesar de la importancia de su trabajo, Leavitt no recibió el reconocimiento que merecía en vida.
Cecilia Payne (1900-1979)
Contribución revolucionaria: Descubrimiento de la composición química de las estrellas
Cecilia Payne-Gaposchkin nació en Wendover, Inglaterra, en 1900. Estudió en la Universidad de Cambridge, pero no recibió un título debido a las políticas de género de la época. Luego se trasladó a Estados Unidos para estudiar en el Observatorio del Harvard College bajo la supervisión de Harlow Shapley.
En su tesis doctoral de 1925, Payne demostró que las estrellas están compuestas principalmente de hidrógeno y helio, en contra de la creencia prevaleciente de que tenían una composición similar a la Tierra. A pesar de la importancia de su descubrimiento, su tesis fue inicialmente desacreditada por algunos astrónomos influyentes, como Henry Norris Russell, quien más tarde admitió su error y reconoció la validez de sus hallazgos.
Chien-Shiung Wu (1912-1997)
Contribución revolucionaria: Desafío al principio de conservación de la paridad en la física de partículas
Chien-Shiung Wu nació en Liuhe, en la provincia de Jiangsu, China, en 1912. Estudió en la Universidad Nacional Central en Nankín y luego se mudó a Estados Unidos para obtener su doctorado en física en la Universidad de California, Berkeley. Wu trabajó en el Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial y luego se convirtió en profesora en la Universidad de Columbia.
En 1956, Wu llevó a cabo un experimento que desafió el principio de conservación de la paridad en la física de partículas, demostrando que la desintegración de partículas no respeta la simetría de la paridad. Este descubrimiento fue un avance importante en la física de partículas y condujo al Premio Nobel de Física en 1957, que fue otorgado a sus colegas teóricos, Tsung-Dao Lee y Chen-Ning Yang. A pesar de la importancia de su trabajo experimental, Wu no fue incluida en el premio.
Estos tres científicos, Henrietta Leavitt, Cecilia Payne y Chien-Shiung Wu, hicieron contribuciones fundamentales a la astronomía y la física. Aunque sus logros pueden haber sido pasados por alto en su momento, es fundamental reconocer y celebrar sus avances en la ciencia y su papel en la historia de la investigación científica.