Las bibliotecas públicas son un pilar fundamental de nuestras sociedades que damos por sentado. Pero, ¿cómo surgieron estas instituciones que hoy nos proveen libre acceso a la información y la cultura? Vamos a explorar la historia de las primeras bibliotecas públicas y su impacto en la sociedad.
Más de 4.000 años
Las primeras bibliotecas abiertas al público se establecieron en la antigua Mesopotamia hace más de 4.000 años. Los templos y palacios reales almacenaban tablillas de arcilla con importante información de la época. Sin embargo, el acceso estaba restringido a escribas y funcionarios.
Alejandría
La Biblioteca de Alejandría, fundada en el siglo 3 a.C., fue la primer gran biblioteca pública. Contenía cientos de miles de pergaminos y atrajo a eruditos de todo el mundo antiguo. El objetivo de su fundador, Ptolomeo I, era coleccionar todo el conocimiento del mundo. La biblioteca simbolizó el poder de la información y la educación.
Benjamin Franklin
En el siglo 18, Benjamin Franklin ayudó a fundar la primera biblioteca de suscripción en América, que por una pequeña tarifa daba acceso a libros a artesanos y comerciantes. Esta idea demostró que había demanda de acceso público a la lectura.
Gran Bretaña
En 1850, se estableció la primera biblioteca pública moderna en Gran Bretaña, con el objetivo de «facilitar a los trabajadores el acceso a libros útiles y entretenidos». En unos años, se fundaron bibliotecas públicas en todo el país, aumentando la alfabetización y la movilidad social.
El fomento de la creatividad
Las bibliotecas públicas han revolucionado el acceso a la información y a oportunidades de aprendizaje. Han desempeñado un papel clave en la transmisión de cultura, el fomento de la creatividad y el avance científico. La larga y fascinante historia de las bibliotecas públicas es un recordatorio de su incuestionable valor para la sociedad.